Dios creó a las personas libres y no esclavos

En la homilía dominical hubo una oración para la gente está en las cárceles, quienes viven un gran dolor, están separados de sus familias y viven olvidados

Sandra Medina | El Sol de León

  · domingo 3 de abril de 2022

Fotos: Ricardo Sánchez | El Sol de León

Dios creó al ser humano para ser libre y amar, aunque se deja dominar por entre otras esclavitudes las políticas, porque los ciudadanos deberían ser creadores de una sociedad justa, exigir y construir los derechos en la educación y la salud, se necesita una ciudad con más actividad para hace el bien, la verdad, para vivir en ciudades segura, bonitas, fraternas y limpias, explicó el Arzobispo de León, Alfonso Cortés Contreras.

En la homilía hubo una oración para la gente está en las cárceles, quienes viven un gran dolor, un drama y están separados de sus familias, y viven olvidados.

Mencionó que las personas deberían vivir sin esclavitudes como formas incorrectas de vida, deseos no sanos, malas intenciones, al igual que otras internas como el orgullo, la mentira, el ansia por el dinero, sólo querer tener placer y las modas.

Por otro lado dijo, que la confianza y fe madura se refleja en la carta del apóstol San Pablo a los filipenses, donde les habla como un padre, les dice que corre en el estadio, hace el esfuerzo por llegar a la meta para recibir la corona de la gloria, la resurrección, la Pascua, el paso a la libertad, de las tinieblas a la luz, esa es una actitud de esperanza, fe, de seguir a Cristo y asemejarse a él.

Explicó que en una de las cartas del apóstol San Juan donde se muestra la escena en la que Cristo que está enseñando a las puertas del templo, pero fariseos y escribas que se creían buenos y juzgaban, interrumpen a Jesús y le llevan a una mujer que había caído en adulterio, le dicen que la ley indicaba que debían apedrearla.

Compartió que si Jesús les decía que la perdonaran se ponía en contra de la ley de los judíos donde no existe el perdón, pero si comentaba que la apedrearan también estaba en contra de la autoridad romana. Entonces Cristo calló y escribió en el suelo los pecados de cada uno de los acusadores, quienes comenzaron a retirarse comenzando por los de mayor edad.

De pronto se quedaron solos la mujer que representaba el pecado, la miseria y la pobreza y Jesús con su misericordia, no acepta el pecado, pero tampoco la condena, le dice que se vaya y sea libre, no esclava del pecado o del vicio.

Indicó que esas libertades actuales de comer y tomar lo que se quiera son falsas porque son esclavitudes, porque el pecado y el vicio sólo hacen esclavos pobres.