León, Gto.- No hay mejor héroe, que un papá bombero y eso lo saben muy bien los hijos de Epitacio Hernández, quien desde hace casi 20 años, forma parte de las filas del Heroico Cuerpo de Bomberos de León.
Originario y vecino del municipio de Silao de la Victoria, Epitacio ha sabido combinar su faceta de papá y servidor de la ciudadanía y aunque no ha sido nada fácil, admite que tener hijos, ha sido lo mejor que le pudo pasar en la vida.
Llegamos a buscar la entrevista, él no sabía que sería el protagonista de esta historia, pedimos hablar con su superior y muy amable atendió a los reporteros. Nos pidió que esperamos un momento y regresó con el encargado de la estación, quien indicó que sería Epitacio el que nos contaría su historia.
“Sentí mucha alegría al saber que iba a ser papá”
Recuerda como si fuera ayer, el día que se enteró que iba a ser padre por primera vez.
“Fui con mi esposa a la clínica del IMSS, y ahí el doctor nos dijo que venía un bebé en camino, la verdad era algo que sabía que iba a pasar, aunque no sabía cuándo, pero nos dio mucha alegría, como que no la creía”. Expresó con una gran sonrisa en su rostro.
Operador desde hace ocho años
Recargado en la motobomba a su cargo, comenzó a platicar que antes de ser bombero, trabajó en el campo, un trabajo igual de pesado que el que ahora desempeña.
Desde hace ocho años, es operador de la motobomba número 41, ubicada en la Central de Bomberos, en la calle Apolo.
Revela que en cada servicio al que acude, siempre piensa en su familia, pues dice “no sabemos qué va a pasar”.
“Es difícil, pero es bonito, todo es cuestión de acoplarse, de dedicarles calidad de tiempo, compensar las horas que no puedo estar con ellos por mi trabajo”, explicó.
Para generar otros ingresos y ofrecerle una mejor calidad de vida a su familiar, Epitacio realiza algunas labores extras cuando está fuera de turno, como trabajos de fontanería y electricidad.
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Con ganas de una hija
En la charla, Epitacio reveló que está muy contento con sus tres hijos, uno de ellos mayor de edad y los otros dos adolescentes, “son buenos muchachos y trato de apoyarlos en lo que pueda para que sean y hagan lo que a ellos les guste para salir adelante.
Sin embargo, reconoce que se quedó con ganas de ser padre de una niña. “si quería tener una hija, pero pues la situación es muy difícil y mi esposa y yo decidimos quedarnos con nuestros tres niños”. Declaró.
El festejo
Cada año, su familia le organiza una comida y juntos festejan el día del padre. Sin embargo, este año le tocará laborar. Su turno iniciará este domingo a las ocho de la mañana y terminará a la misma hora del lunes.
Espera, ese día estar con su familia. Para él, las cosas materiales no tienen valor, aunque le da mucho gusto que sus hijos le entreguen un obsequio. Sin embargo, su mejor regalo es tener a su familia, unida y con salud.
En la central de Bomberos, les festejan de manera simbólica. Les hacen la entrega de un detalle para honrarlos en su día y continúan con sus labores de rutina.