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León, Gto.- La rutina escolar después de la aparición del Covid-19 no es la misma, suspensión de clases presenciales, falta de pago, reducción de horas, cambios en el calendario escolar, poco aprovechamiento de los alumnos, y dificultad para dominar plataformas digitales son algunas cuestiones que nadie imaginó que sucederían.
La “nueva normalidad” ha cambiado la convivencia entre alumnos y profesores, un panorama complicado a casi un año de la pandemia.
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Para Alejandra, maestra de preparatoria, el Covid -19 cambió todo el panorama, las planeación de sus clases se vino abajo, ante la incertidumbre y en la marcha, los alumnos, directivos de la institución y maestros tuvieron que adaptarse a las circunstancias.
Suspensión de clases, el inicio de todo.
A mitad de marzo, cuando fue anunciada la suspensión de clases, contó Alejandra que pensaron que sería temporal, a lo mucho algunas semanas, las tareas que habían quedado pendientes nunca se entregaron en físico, los días pasaron y los jovenes no podian quedarse sin clases, aunque ya tenían grupo de whatsapp, ahora estaba más activo, a los maestros se les dio la indicación de que trabajarían por classroom y la aplicación “team link”.
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“Jamás había utilizado esas herramientas de trabajo, tenía tres grupos, y con cada uno tenía forma de trabajar de manera presencial, fue difícil al principio, porque de pronto se ponían los alumnos muy dispersos, en persona es complicado mantenerlos atentos, y pasar de un momento a otro a digital mucho más” mencionó Alejandra, quien imparte las materias de Lectura y Redacción, Literatura y Orientación Educativa.
Cuando suspendieron las clases, las autoridades de la escuela, suspendieron el pago de los maestros que trabajaban por horas, hasta que retomaran las sesiones, fueron cerca de 2 quincenas retenidas.
Los días pasaron y la promesa de volver a las aulas no sucedió.
El final de curso se acercaba y el calendario escolar sufrió un pequeño desajuste, era un hecho de que por lo menos ese curso, maestros y alumnos no se volverían a ver.
Otro de los problemas que surgieron en la marcha fue la entrega de trabajos a través de classroom , los alumnos, en algunos casos, ni se reportaban.
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De un grupo de aproximadamente 15 alumnos, 3 desertaron, algunos reprobaron y para los que aprobaron fue difícil.
“Hubo un grupo que a pesar de las circunstancias puso toda su disposición, cualquier cosa me preguntaban por whatsapp y estábamos en contacto constante, aunque no fuera clase, tenía que invertirle más tiempo que tenerlos en físico, fue un descontrol” contó Alejandra.
“Mestra no entiendo”, “no sirve mi internet”,”no puedo conectarme”, “no puedo subir mi tarea” son algunas de las frases constantes de los alumnos, algo que ya se ha vuelto común.
Y las aulas siguen vacías.
Entre que comenzaba y no el curso, el calendario del siguiente ciclo quedó de septiembre a enero, sin regresar a las aulas.
Los de nuevo ingreso se presentaron a través de “team link”, dicha herramienta dejó de ser funcional ya que no podía quedar el testimonio, por lo que optaron por hacer un grupo en facebook y hacer transmisión en vivo.
“Ha sido cambiar de una plataforma a otra, los alumnos se están acostumbrando, ellos mismos dicen es difícil, reconocen que su aprovechamiento no es el mismo, noto disposición de la mayoría que decidieron terminar el curso, ha sido un esfuerzo de todos, sabemos que esto no terminará pronto” expresó Alejandra.
Clases híbridas podrían ser una buena opción.
La maestra, dijo que estaría bien que el curso entrante, el próximo año, estaría bien que fuera híbrido.
“Podría ser opción con todas las medidas sanitarias, respetando espacios y áreas ventiladas, si la situación sigue riesgosa, no hay porque exponer a los alumnos y a nosotros, es complicado” culminó Alejandra.
