León, Gto.- Son casas abandonadas, pero popularmente se les conoce como “casas de pánico”, porque son tomadas por vándalos y malvivientes como albergue para consumir sustancias ilícitas e incluso, en algunas de ellas se han registrado homicidios, abonando a la inseguridad de las zonas en las que se encuentran.
A merced del “paracaidismo” o vandalismo
Estas casas fueron abandonadas por sus dueños pero también, muchas de ellas no se vendieron y las constructoras abandonaron los proyectos dejándolos a merced de la ciudadanía en general. Algunas están habitadas por paracaidistas, mientras que otras fueron totalmente desvalijadas.
Los amantes de lo ajeno y los pepenadores, aprovecharon la ocasión y se llevaron desde mosaicos y tuberías, hasta protecciones, puertas, ventanas y tarjas.
Esta problemática, se presenta principalmente en las colonias de la periferia, como Hacienda de los Otates, Paseos de las Torres, Brisas del Campestre y Cumbres la Gloria, aunque también, dentro de la mancha urbana como en Las Hilamas.
Nidos de la delincuencia…
El ver las casas abandonadas les resultó atractivo a los ladrones, quienes vieron la oportunidad de hacer dinero. “Robando y desvalijando los departamentos, primero de noche y ya después, sin vergüenza, a plena luz del día. Comentó Anabel, vecina de Hacienda los Otates.
La colonia tiene apenas siete años, pero solo el 40 por ciento de sus viviendas están ocupadas por familias, el resto, es el hogar de indigentes, drogadictos y ladrones, e incluso, algunas personas lo usan como motel.
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“Estamos en la mera orilla, no hay alumbrado público y los departamentos solos, es peligroso. Al principio, se veía bonito, fui de las primeras en llegar a vivir aquí, pero en menos de un año, ya estaba todo feo, da mala imagen y además es inseguro. Declaró Bertha, vecina de la misma colonia.
Las personas, en su mayoría jóvenes, ingresan a las casas y departamentos abandonados a drogarse. O a veces, se esconden ahí para esperar a sus víctimas, salir de sorpresa y asaltarlos.
En los últimos dos años, se han registrado al menos cuatro homicidios en la zona, hace tres años, el cadáver de una joven, fue encontrado enterrado en el patio de una de las viviendas y cubierto con cal.
…Y basureros públicos
Por si fuera poco, las áreas comunes, se han convertido en basureros públicos, deshechos de vecinos de colonias aledañas que acuden a tirar ahí sus desperdicios y a los que después, les prenden fuego, sin importar el foco de infección que representan.
Al interior de los domicilios, también se han registrado incendios, todos provocados, por los mismos vándalos que concurren.
Paseo de las Torres
En Paseo de las Torres, la problemática es la misma. “Son casas de pánico, nadie se acerca, no se atreven, hay gente drogada y armada, hacen mucho ruido, sobre todo de noche, se escuchan ruidos, gritos y hasta balazos” expresó Rodrigo, habitante de la calle Torre Jaral del Progreso.
Y agregó. “Esa casa tenía dueños, vivieron ahí como cinco años y hace tres se fueron de aquí, nunca volvieron. Un día amaneció con los vidrios quebrados, al día siguiente sin puerta y poco a poco, fue desvalijada, incluso una vez un joven fue apuñalado, en una riña entre ellos mismos y ya no supimos más de él”.
Otro dato importante, son los incendios, la mayoría de ellos provocados, en las casas abandonadas y casi siempre, lo hacen por diversión. La gran cantidad de basura, hace que el fuego avance rápidamente y se extienda incluso a casas aledañas.
Hartos de la delincuencia
Vecinos de estos inmuebles, sufren las consecuencias, ello alienta que la inseguridad en las zonas donde viven sea latente, no confían. “Ellos nos conocen y los conocemos, pero cuando andan drogados no saben de sí y eso da miedo, es preocupante que nos puedan atacar en cualquier momento”, Comentó Estela, de la calle Torre Comonfort.
Los vecinos, relatan que incluso ya no reportan estos hechos a la Policía, pues casi nunca acuden, a menos que se reporte alguna persona lesionada.