El 11 de julio de 1991 el país fue testigo de una de los fenómenos naturales más asombrosos de los últimos tiempos: un eclipse total de sol.
México era gobernado por el PRI y Carlos Salinas de Gortari, presidente de ese entonces, aplicó su modelo concebido como liberalismo social. El dólar costaba alrededor de 3 pesos. Pumas se proclamó campeón del futbol mexicano tras derrotar al América. Luis Miguel, Timbiriche y la Banda Machos era lo que más sonaba en la radio; la telenovela Cadenas de Amargura, protagonizada por Daniela Castro y Raúl Araiza, era vista en millones de hogares mexicanos.
Sin embargo nada más trascendente que el 11 de julio, ese día el reloj marcaba las 13:21 horas, tiempo del centro, cuando el día se hizo noche por poco más de 6 minutos.
Momento de gran expectación, magia, cienciaTalina Fernández
Si lo miras, te puedes quedar ciego
Antes del fenómeno, se advertía a la población de no observar el fenómeno de forma directa, pues podrían “quedarse ciegos”. Esta situación causó alarma entre un sector de población que era reforzada por los rumores sobre supuestas catástrofes que ocurrirían durante el eclipse; sin embargo nada de eso fue cierto