León, Guanajuato; 12 de Diciembre del 2019.- Una década después, Uriel Moreno “El Zapata” volvió a pisar el coso La Luz, de la ciudad de León y lo hizo para salir en hombros en la tradicional Corrida Guadalupana.
El diestro tlaxcalteca cumplió lo prometido, se le vio mucho más maduro, más artístico y desde su primera salida al ruedo se echó a la bolsa a una afición que estaba habida de observar buen toreo. Moreno tuvo una tarde-noche de temple, técnica y el arrojo que lo ha caracterizado desde hace 25 años que tomó la alternativa.
Con su primero del lote, “Guadalupano” de 428 kilos y procedente de la ganadería de Pepe Garfias, “El Zapata” se arrancó con algunos quites espectaculares, uno de ellos bautizados como “La Tacita”, esto en honor a una de las plazas más populares de su estado natal.
Moreno colocó banderillas, después con la muleta le corrió la mano a derechazos, uno que otro cambio por la espalda y remató de pecho, siempre toreando en los medios de la plaza y finalizó con una serie de molinetes que arrancaron las ovaciones de la clientela. Con la espada no desentonó, estoconazo hasta la empuñadura que le valió para cortar la primera oreja del festejo.
Posteriormente, con “Devoto” hizo gala de una faena variada, cuajó muletazos en derecho y redondo, pasó al burel con rodilla en tierra y se vio artístico, disfrutando de su plasticidad y elegancia al vestir de plomo y plata. Uriel Moreno entró a matar y lo hizo en una estocada un tanto trasera, sin embargo, el toro resultó noble, dobló, sacó las dos orejas y al astado se le dio el arrastre lento.
SUSTO PARA VENTURA
Actuación de contrastes para el rejoneador lusitano Diego Ventura, que con “Viajante” de la ganadería de Fernando de la Mora, revivió la caída que el mes pasado sufrió en Guadalajara y que lo dejó fuera de circulación por varias semanas.
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En la cabalgata de “Chalana”, permitió que el toro se le acercase demasiado, lo suficiente para perder la vertical, aunque para fortuna todo quedó en un susto y luego regresó para clavar un par de banderillas al violín; lamentablemente mal logró al pinchar.
La situación mejoró con “Mar de Sueños”, con ese estuvo voluntarioso, mucho más cuando montó a “Dólar”, el corcel estelar de su cuadrilla y al cual le retiró el cabezal para encajar los pares de banderillas. Diego acabaría por colocar el rejón de muerte en dos tiempos, el toro tardó en doblar pegado a las tablas, pero Ventura le arrebató la oreja al juez.
GINÉS MAL Y DE MALAS
Ya será en otra oportunidad para el de Jerez de la Frontera, Ginés Marín, quien ni con el de regalo tuvo a la diosa fortuna de su lado.
El diestro español pinchó a “Mariano”, un cárdeno claro con el cual sólo escuchó las palmas pese a torearlo al natural y con mucha estructura, luego con el castaño “Peregrino” hizo muy poco, el astado careció de raza, le sonaron un aviso y entró a descabelle, mientras que con el de reserva “Potosino”, todo se fue a la borda cuando se fracturó el pitón izquierdo al momento de estrellarse en el burladero, Ginés no entró a matar y el toro fue devuelto a las corraletas, pese a que el sonido local informó que no podía ser devuelto. Vaya polémica.