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En su llegada a la capital del calzado, el Rebaño Sagrado resultó ser inalcanzable para su afición en el Bajío.
Hasta la banqueta del hotel de concentración y un poquito más allá, ahí fueron mandados los famosos “Chivahermanos” que parecía no llegaban al recibimiento de su equipo. Pero ahí no acabó la mala fortuna de los seguidores del Guadalajara, ya que cuando el autobús quedó estacionado, este tapó por completo a los hinchas rojiblancos que ni siquiera de lejos pudieron ver a sus ídolos.
El premio de consolación para unos cuantos, fue que el departamento de prensa literal sacó del lobby del hotel a Walter Gael Sandoval, para que atendiera a los entusiastas seguidores del chiverio que aun siendo pocos, vaya que se dejaron escuchar.
De los primeros en bajar del camión fueron Oswaldo Alanís, “El Conejito” Brizuela, Raúl Gudiño, Toño Rodríguez, “Chofis” López, Miguel Ponce, Alexis Vega, además de un sonriente Oribe Peralta, a quien por más que le gritaron “Hermoso, Hermoso”, jamás salió para terminar de alborotar el redil.
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Por su parte, “El Jefe” Tomás Boy apenas y se dejó ver, ingresó al hotel casi corriendo y sólo levantó la mano para saludar a la prensa que le llamó desde la distancia, mientras que Alan Pulido, con mochila en mano y audífonos, pasó rápido y sin levantar el rostro.
Cabe destacar que sólo los invitados especiales, entre ellos algunos patrocinadores de la región, pudieron tener por la noche una convivencia y firma de autógrafos con los jugadores de las Chivas, en un evento que regularmente suele realizar el club cuando el equipo se presenta fuera de la perla tapatía.
Antes de viajar a León, el Rebaño trabajó por la mañana en sus instalaciones de Verde Valle previo a lo que será su visita de este sábado a La Fiera, encuentro que se antoja como uno de los más atractivos de toda la fecha cinco de la Liga MX.
