Ungiendo pintura en el rostro de los visitantes y éstos con velas en mano, Xólotl dio la bienvenida a los “vivos para entrar al mundo de los muertos”, explicando que no existe el cielo ni el infierno para nuestros antepasado, no hay pecado, ni razón para ser castigados, los suplicios solo son escogidos por los Dioses, así que nadie es castigado.
Bienvenidos
¡No teman! En el camino hay penurias pero también lugares hermosos, uno no puede elegir a qué lugar va, eso lo deciden los Dioses, nosotros estamos aquí para servirles. Con estas palabras se inició el recorrido en el Panteón Municipal San Nicolás.
En esta celebración los “vivos” se enlazaron con la figura de los difuntos a través de la música, copal y otras ofrendas. La música prehispánica, fue la clave para disfrutar de esta unión.
El recorrido
Nuestros antepasados tenían la idea de que una vez que la persona moría, se les debía dejar ofrendas para que su esencia alcanzara al ser querido ya que este tenía que llegar a su descanso no sin antes caminar y pasar por diversos paisajes en el que se iban descarnando. Es por ello que una vez al año se les recuerda con un altar de muerto.
Dentro de las instalaciones del camposanto y con el debido respeto, se llevó a cabo un ritual donde el grupo Xólotl a través de sus cantos, instrumentos ancestrales historia y poemas, realizaron un viaje por las cuatro regiones, donde de una manera simbólica se caminó entre tumbas y sendas, los cuatro reinos por el que el “alma” de un difunto recorre, dependiendo de la manera en hayan muerto.
Mictlán
“Nuestras flores son llevadas al reino de la muerte, de verdad nos vamos, de verdad dejamos de existir de aquí en la Tierra, allá donde vamos estaremos muertos o viviremos, aun como una flor nos iremos marchitando, como una pintura nos iremos borrando de aquí de la Tierra”.
Con un instrumento elaborado a base de barro (silbato de la muerte), y que hace un sonido similar a gritos de lamentos, en combinación con música y sonando ayoyotes, se dirigieron a la primer región, a la casa de los descarnados que es Mictlan, ahí pasaron por un camino de total oscuridad, con apenas una tibia llama se podía distinguir en donde se pisaba.
La tierra de los huesos, es el lugar más largo y va la mayoría de la gente, les llamaban soles viejos que es morir de viejos o de muertes natural, es la más difícil porque se cruza un río, una montaña, un desierto helado y un lugar donde hay muchos charcos; como el viaje es muy largo y dura 4 años, les colocan una vez al año ofrendas para ayudarle al muerto a cruzar su travesía.
Tlalocan
Continuando con el recorrido en penumbra llegaron a la siguiente región que es conocida como el Tlalocan y es donde viene el néctar que alimenta a la Tierra, el agua, allí van los hermanos que cayeron fulminados por un rayo, ahogados o aquellos que tenían llagas donde les escurría lava. Ahí tendrán regocijo y consuelo.
Tonatiuh ichan
Al ritmo de tambores, flauta, lamentos, cantos y poesía se adentraron al siguiente reino, la casa del Sol.
¿Quiénes son aquellos que encuentran su destino en aquel lugar?, No son más que las almas más valientes, aquellos guerreros que regaron los campos de batallas con su sangre. Hay otro tipo de guerrero muy especial, son las mujeres que mueren al dar a luz.
Ya van caminando, con fuerte viento en compañía de sus ancestros y de un gran amigo, el perro, que les ayudará a cruzar un río de nueve corrientes, donde descansarán en su morada.
Donde retumban los tambores donde se escuchan los caracoles, vamos…
El Cincalco
Frente a una fogata agradecieron y “cerraron” el ritual. Con instrumentos elaborados de restos de animales, barro y de la propia naturaleza, crearon sonidos de aves, lluvia, y de un jaguar, los anfitriones invitaron a danzar alrededor del fuego a sus invitados, ellos gustosos se unieron al “mitote” en memoria de los que ya se fueron.
Fue así que mencionaron que la última región, no estaba destinada para guerreros, no estaba destinada para aquellos que habían muerto por un rayo ni de causa natural, estaba destinada para aquellos que habían muerto aun siendo niños.
Los cuerpos de los infantes descansaban frente al granero, era para recordar la relación entre el humano y la raíz.
Esta última región era conocida por la felicidad por ello se danzó con la alegría de estar vivos, y de la oportunidad de poder moverse recordaron que el cantó es una manera de orar y así con alegría se honró a los Dioses y a todos aquellos que existieron antes que nosotros.
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Datos:
- La pintura facial tiene dos significados, te identifica de otros grupos y es la misma identidad que tiene que ver con los ancestros.
- La palabra mitote (del náhuatl mitotiqui 'danzante', de itotia 'bailar') es un término de la cultura popular mexicana utilizado para designar un problema, tumulto o vocerío. También se usa para hacer referencia a una fiesta. (Wikipedia).
