/ domingo 3 de junio de 2018

Un par de preguntas para ti

Primero, pongamos en perspectiva el panorama para el par de preguntas que se plantean al final de este artículo. Es sabido que en cada proceso electoral, las campañas de los candidatos se desarrollan en base a lo que demanda, preocupa y quiere la gente, y el gran tema de este proceso electoral es la corrupción, problema que en realidad venimos arrastrando de todo el tiempo. Así que estas elecciones, cada candidato se proyecta como la persona idónea para combatir y erradicar la corrupción.

Pero hablar de corrupción es apelar a cuestiones morales. Una definición simple que encontré en internet de la palabra corrupción es “acción humana que transgrede principios éticos”; pero la acción humana no sucede en un vacío de ideas, al contrario, se da como resultado de ideas que forman valores. Mantengamos esto en mente querido lector, conforme te invito a que reflexiones sobre lo siguiente:

En la actualidad, el socialismo tiene protagonismo en el mundo entero, es un sistema político y económico que atrae a las masas. Este sistema tiene muchas variantes en su aplicación, por ejemplo, las naciones europeas han abrazado una forma leve del socialismo, otros aplican el socialismo a medias o moderado (como el México actual), y luego está el socialismo radical que exige el total control del gobierno sobre la vida de las personas limitando su libertad y sus recursos, como el caso actual de Venezuela y Corea del Norte.

El socialismo en cualquiera de sus aplicaciones promete mucho, pero poco a poco les quita a las personas su libertad, por lo tanto miente sobre esas promesas. También tiene que incrementar los impuestos para llevar a cabo sus programas sociales, lo cual se traduce en hurtar el dinero de la gente que trabaja. También promete acabar con las desigualdades sociales por medio de la confrontación de una guerra campal de envidia entre un mismo pueblo: pobres contra ricos.

        El socialismo es nutrido por una población que cree que el gobierno debe resolver todos sus problemas, y por lo tanto esta población entrega el poder a su gobierno y se hace a un lado, es decir, vota y se cruza de brazos. Para sostenerse también necesita de una población adicta que dependa de los programas sociales que le da el gobierno. Como expresó el socialista George Bernard Shaw, diciendo que la redistribución de la riqueza compra votos: “Un gobierno que le roba a Pedro para pagarle a Pablo siempre puede contar con el apoyo de Pablo”.

Ahora, como se mencionó, la corrupción apela a cuestiones morales, por lo tanto, la primera pregunta es ¿los aspectos éticos sobre los que se basa la ideología del socialismo son correctos, o son completamente inmorales y por lo tanto es un sistema de ideas corruptas?

A esta pregunta, sigue la siguiente: Una población, que en su gran mayoría, piensa y considera al gobierno su padre, consintiendo así en un sistema socialista para su país, sistema que es implícitamente inmoral, ¿considerarías de dicha población que su manera de pensar y de actuar son correctas, o son corruptas?

Si en verdad queremos salir de este gran deterioro nacional, evaluar la moralidad de las ideas es algo vital, y el socialismo, en cualquiera de sus aplicaciones, sea leve, moderado o radical, está basado en la mentira, el robo, la envidia, la pereza, la manipulación y la esclavitud.

También, debemos trabajar para sacar de la ignorancia a más y más personas que están creyendo que el socialismo es el camino para este país, así como considerar los principios que han dado evidencia de producir verdadero bienestar y progreso social, como lo es el libre mercado, la protección a la propiedad privada, el derecho a la libertad, principios que no deben ir solos, sino que deben ir acompañados del fundamento ético de las virtudes en el carácter humano.

Primero, pongamos en perspectiva el panorama para el par de preguntas que se plantean al final de este artículo. Es sabido que en cada proceso electoral, las campañas de los candidatos se desarrollan en base a lo que demanda, preocupa y quiere la gente, y el gran tema de este proceso electoral es la corrupción, problema que en realidad venimos arrastrando de todo el tiempo. Así que estas elecciones, cada candidato se proyecta como la persona idónea para combatir y erradicar la corrupción.

Pero hablar de corrupción es apelar a cuestiones morales. Una definición simple que encontré en internet de la palabra corrupción es “acción humana que transgrede principios éticos”; pero la acción humana no sucede en un vacío de ideas, al contrario, se da como resultado de ideas que forman valores. Mantengamos esto en mente querido lector, conforme te invito a que reflexiones sobre lo siguiente:

En la actualidad, el socialismo tiene protagonismo en el mundo entero, es un sistema político y económico que atrae a las masas. Este sistema tiene muchas variantes en su aplicación, por ejemplo, las naciones europeas han abrazado una forma leve del socialismo, otros aplican el socialismo a medias o moderado (como el México actual), y luego está el socialismo radical que exige el total control del gobierno sobre la vida de las personas limitando su libertad y sus recursos, como el caso actual de Venezuela y Corea del Norte.

El socialismo en cualquiera de sus aplicaciones promete mucho, pero poco a poco les quita a las personas su libertad, por lo tanto miente sobre esas promesas. También tiene que incrementar los impuestos para llevar a cabo sus programas sociales, lo cual se traduce en hurtar el dinero de la gente que trabaja. También promete acabar con las desigualdades sociales por medio de la confrontación de una guerra campal de envidia entre un mismo pueblo: pobres contra ricos.

        El socialismo es nutrido por una población que cree que el gobierno debe resolver todos sus problemas, y por lo tanto esta población entrega el poder a su gobierno y se hace a un lado, es decir, vota y se cruza de brazos. Para sostenerse también necesita de una población adicta que dependa de los programas sociales que le da el gobierno. Como expresó el socialista George Bernard Shaw, diciendo que la redistribución de la riqueza compra votos: “Un gobierno que le roba a Pedro para pagarle a Pablo siempre puede contar con el apoyo de Pablo”.

Ahora, como se mencionó, la corrupción apela a cuestiones morales, por lo tanto, la primera pregunta es ¿los aspectos éticos sobre los que se basa la ideología del socialismo son correctos, o son completamente inmorales y por lo tanto es un sistema de ideas corruptas?

A esta pregunta, sigue la siguiente: Una población, que en su gran mayoría, piensa y considera al gobierno su padre, consintiendo así en un sistema socialista para su país, sistema que es implícitamente inmoral, ¿considerarías de dicha población que su manera de pensar y de actuar son correctas, o son corruptas?

Si en verdad queremos salir de este gran deterioro nacional, evaluar la moralidad de las ideas es algo vital, y el socialismo, en cualquiera de sus aplicaciones, sea leve, moderado o radical, está basado en la mentira, el robo, la envidia, la pereza, la manipulación y la esclavitud.

También, debemos trabajar para sacar de la ignorancia a más y más personas que están creyendo que el socialismo es el camino para este país, así como considerar los principios que han dado evidencia de producir verdadero bienestar y progreso social, como lo es el libre mercado, la protección a la propiedad privada, el derecho a la libertad, principios que no deben ir solos, sino que deben ir acompañados del fundamento ético de las virtudes en el carácter humano.