Francisco Javier Zavala Ramírez
La crisis de salud que padece la humanidad entera, es una profunda lección con múltiples aprendizajes. Asumir una conducta indiferente o bien actuar sólo de manera reactiva para paliar la enfermedad, resultaría de alto riesgo para nuestra seguridad y supervivencia en el planeta.
La amenaza de muerte que representa el virus, nos muestra con toda claridad, prácticas de conducta altamente nocivas, lo cual significa que tomamos decisiones inversas a lo que conviene para nuestro bienestar.
¿Qué prácticas hacen pensar en un mundo al revés?
- Nuestra alimentación poco saludable.
- Nuestra vida sedentaria.
- El pobre o nulo valor que le concedemos a nuestro desarrollo humano.
- El dominio de una Ética Material por encima de la Ética Humanista.
- Predominio de una cultura del Tener sobre el Ser.
- La ciencia y la tecnología cegadas a la felicidad del hombre.
Es indudable que la pandemia ha venido a confrontarnos con nuestra propia conciencia individual y colectiva, confrontación que nos conducirá a realizar cambios en nuestros estilos de vida en todas sus manifestaciones. Es complejo pronosticar los niveles de cambio que se gestarán en lo personal y colectivo. Los cambios de pensamiento y de conducta son resultado de procesos de concienciación lentos, no ocurren de manera súbita, toda vez que nos resistimos a modificar conductas que la cultura nos dictaba como normales. Con las consecuencias que hoy padecemos en nuestro estado general de salud, es pertinente cuestionarnos ¿Qué tan normal vivíamos? o acaso, ¿lo que practicábamos como normal, era anormal para nuestra salud y Bienestar?
El contexto social que hoy vivimos, nos obliga a repensar dichas prácticas de conducta consideradas como normales, lo cual implica construir nuevos modos de pensar y actuar, es decir, re culturizarnos, fenómeno que explica lo complejo de la tarea que como especie habremos de emprender.
Equivocadamente creemos que las soluciones a la crisis de salud vendrán de los sectores de salud y educación, por el contrario, considero inaplazable, asumir un rol como sociedad educadora, concepto que habrá de elevarse a política pública, disposición que nos vincule como sujetos activos e históricos en la transformación del mundo social.
Titular de la Oficina de Enlace de la Secretaría de Educación Pública en el Estado de Gto. fcozavalaramirez@gmail.com