/ martes 28 de septiembre de 2021

¿Un mundo al revés?

Francisco Javier Zavala Ramírez

La crisis de salud que padece la humanidad entera, es una profunda lección con múltiples aprendizajes. Asumir una conducta indiferente o bien actuar sólo de manera reactiva para paliar la enfermedad, resultaría de alto riesgo para nuestra seguridad y supervivencia en el planeta.

La amenaza de muerte que representa el virus, nos muestra con toda claridad, prácticas de conducta altamente nocivas, lo cual significa que tomamos decisiones inversas a lo que conviene para nuestro bienestar.

¿Qué prácticas hacen pensar en un mundo al revés?

  • Nuestra alimentación poco saludable.
  • Nuestra vida sedentaria.
  • El pobre o nulo valor que le concedemos a nuestro desarrollo humano.
  • El dominio de una Ética Material por encima de la Ética Humanista.
  • Predominio de una cultura del Tener sobre el Ser.
  • La ciencia y la tecnología cegadas a la felicidad del hombre.

Es indudable que la pandemia ha venido a confrontarnos con nuestra propia conciencia individual y colectiva, confrontación que nos conducirá a realizar cambios en nuestros estilos de vida en todas sus manifestaciones. Es complejo pronosticar los niveles de cambio que se gestarán en lo personal y colectivo. Los cambios de pensamiento y de conducta son resultado de procesos de concienciación lentos, no ocurren de manera súbita, toda vez que nos resistimos a modificar conductas que la cultura nos dictaba como normales. Con las consecuencias que hoy padecemos en nuestro estado general de salud, es pertinente cuestionarnos ¿Qué tan normal vivíamos? o acaso, ¿lo que practicábamos como normal, era anormal para nuestra salud y Bienestar?

El contexto social que hoy vivimos, nos obliga a repensar dichas prácticas de conducta consideradas como normales, lo cual implica construir nuevos modos de pensar y actuar, es decir, re culturizarnos, fenómeno que explica lo complejo de la tarea que como especie habremos de emprender.

Equivocadamente creemos que las soluciones a la crisis de salud vendrán de los sectores de salud y educación, por el contrario, considero inaplazable, asumir un rol como sociedad educadora, concepto que habrá de elevarse a política pública, disposición que nos vincule como sujetos activos e históricos en la transformación del mundo social.

Titular de la Oficina de Enlace de la Secretaría de Educación Pública en el Estado de Gto. fcozavalaramirez@gmail.com

Francisco Javier Zavala Ramírez

La crisis de salud que padece la humanidad entera, es una profunda lección con múltiples aprendizajes. Asumir una conducta indiferente o bien actuar sólo de manera reactiva para paliar la enfermedad, resultaría de alto riesgo para nuestra seguridad y supervivencia en el planeta.

La amenaza de muerte que representa el virus, nos muestra con toda claridad, prácticas de conducta altamente nocivas, lo cual significa que tomamos decisiones inversas a lo que conviene para nuestro bienestar.

¿Qué prácticas hacen pensar en un mundo al revés?

  • Nuestra alimentación poco saludable.
  • Nuestra vida sedentaria.
  • El pobre o nulo valor que le concedemos a nuestro desarrollo humano.
  • El dominio de una Ética Material por encima de la Ética Humanista.
  • Predominio de una cultura del Tener sobre el Ser.
  • La ciencia y la tecnología cegadas a la felicidad del hombre.

Es indudable que la pandemia ha venido a confrontarnos con nuestra propia conciencia individual y colectiva, confrontación que nos conducirá a realizar cambios en nuestros estilos de vida en todas sus manifestaciones. Es complejo pronosticar los niveles de cambio que se gestarán en lo personal y colectivo. Los cambios de pensamiento y de conducta son resultado de procesos de concienciación lentos, no ocurren de manera súbita, toda vez que nos resistimos a modificar conductas que la cultura nos dictaba como normales. Con las consecuencias que hoy padecemos en nuestro estado general de salud, es pertinente cuestionarnos ¿Qué tan normal vivíamos? o acaso, ¿lo que practicábamos como normal, era anormal para nuestra salud y Bienestar?

El contexto social que hoy vivimos, nos obliga a repensar dichas prácticas de conducta consideradas como normales, lo cual implica construir nuevos modos de pensar y actuar, es decir, re culturizarnos, fenómeno que explica lo complejo de la tarea que como especie habremos de emprender.

Equivocadamente creemos que las soluciones a la crisis de salud vendrán de los sectores de salud y educación, por el contrario, considero inaplazable, asumir un rol como sociedad educadora, concepto que habrá de elevarse a política pública, disposición que nos vincule como sujetos activos e históricos en la transformación del mundo social.

Titular de la Oficina de Enlace de la Secretaría de Educación Pública en el Estado de Gto. fcozavalaramirez@gmail.com