/ lunes 27 de junio de 2022

Reflejos de Sol | ¿Cómo restablecer el tejido social ?

En 2013, Liesl Clark y Rebecca Rockefeller echaron a andar un proyecto que en español se llama “Compra nada” y en inglés “Buy nothing” y escribieron el muy recomendable libro El plan consigue todo sin comprar nada (Aguilar, 2021). Se trata de generar economías locales en donde las personas intercambien los bienes que necesiten y pongan a disposición del prójimo aquellos bienes que requieren.

Según este proyecto, “las tres acciones básicas que sirven para fortalecer el tejido social de cualquier comunidad son: dar, pedir y expresar gratitud”.

El hecho es que en la medida en que estemos alejados de las necesidades de nuestro prójimo, actuaremos de manera indiferente ante una realidad que nos está rebasando y que pensamos que es “problema de los otros” pero, sobre todo, ante la cual somos responsables y mucho podemos hacer.

LA POBREZA ES LA VIOLENCIA

¿De dónde viene la violencia?¿De quién es responsabilidad? ¿Qué vamos a hacer para detenerla?¿Se trata solamente de violencia física? La situación de violencia en nuestro país está llegando a un nivel tal que ahora le llamamos “rompimiento del tejido social” o “descomposición”.

Todos debemos estar muy atentos en no caer en la violencia, porque en ocasiones está fomentada desde intereses que realmente desean que los sucesos desemboquen en un comportamiento iracundo generalizado.

¿Qué tienen en común el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en Urique, el de las 11 personas que fallecieron en el Hotel Gala en Celaya o el de los 5 estudiantes y la señora ultimados en Barrón? Que todos fueron asesinados debido a intereses, no por sus acciones. No murieron de manera ”natural” ni por rencillas personales. Todos fueron “carne de cañón” de intereses que tenían “poder de fuego” para eliminarlos para amenazar a otros, para hacer sufrir a los demás, como un mensaje o como una venganza.

NO CAER EN LA PROVOCACIÓN

Lo único que podemos hacer como sociedad es no caer en la provocación del encono y del odio mutuo en contra de nuestros semejantes. No es normal que el conflicto sea lo que defina nuestras vidas de todos los días.

La violencia tiene muchas manifestaciones. Una de ellas es la pobreza. Así lo dijo Monseñor Alfonso Cortés, Arzobispo de León. Y la realidad es que los gobiernos están desbordados. La única solución posible es el actuar conjunto de la sociedad en acciones individuales sumadas en millones.

Cada vez que no caigamos en la provocación de la violencia, en el encono, en el odio o en la idea de que otros son responsables de todos los males, estamos ayudando a recuperar ese tejido social. Mejor es que empecemos por nuestra propia casa y familia. ¿Estamos perfectamente bien, sin ofensas y sin humillaciones en la familia, sin violencia, como para empezar a juzgar a todos los demás?

La indiferencia ante el maltrato de nuestros semejantes en la familia, nuestro silencio, nos vuelve cómplices. No somos responsables de los asesinatos de estudiantes, policías o inocentes, pero sí del maltrato en la familia. y por ahí deberíamos empezar todos y cada uno de nosotros. con evitar la indiferencia en nuestro entorno, conocer un poco más las necesidades de nuestro prójimo cercano, ayudar y agradecer.

TRAGEDIA

Durante 11 días, J. Reyes Méndez ejerció el cargo de Jefe de la Policía de Irapuato. Renunció el 21 de mayo. Ayer por la mañana, muy temprano, unos sicarios le dieron alcance y lo mataron en el Fraccionamiento Villa San Ángel. Una vez que la delincuencia había ultimado a su escolta, Reyes decidió retirarse y dar trámite a su jubilación pero ayer la delincuencia terminó con su vida. Dieciocho años Reyes Méndez formó parte de la policía de Irapuato.

Por su parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana emitió un comunicado tras el asesinato de J. Reyes Méndez, en donde pedían el esclarecimiento de este hecho. En dicho comunicado, las autoridades municipales también aseguraron que trabajarán en conjunto aportando los elementos que sean necesarios para la investigación correspondiente

¿Quién está ganando la batalla?

En 2013, Liesl Clark y Rebecca Rockefeller echaron a andar un proyecto que en español se llama “Compra nada” y en inglés “Buy nothing” y escribieron el muy recomendable libro El plan consigue todo sin comprar nada (Aguilar, 2021). Se trata de generar economías locales en donde las personas intercambien los bienes que necesiten y pongan a disposición del prójimo aquellos bienes que requieren.

Según este proyecto, “las tres acciones básicas que sirven para fortalecer el tejido social de cualquier comunidad son: dar, pedir y expresar gratitud”.

El hecho es que en la medida en que estemos alejados de las necesidades de nuestro prójimo, actuaremos de manera indiferente ante una realidad que nos está rebasando y que pensamos que es “problema de los otros” pero, sobre todo, ante la cual somos responsables y mucho podemos hacer.

LA POBREZA ES LA VIOLENCIA

¿De dónde viene la violencia?¿De quién es responsabilidad? ¿Qué vamos a hacer para detenerla?¿Se trata solamente de violencia física? La situación de violencia en nuestro país está llegando a un nivel tal que ahora le llamamos “rompimiento del tejido social” o “descomposición”.

Todos debemos estar muy atentos en no caer en la violencia, porque en ocasiones está fomentada desde intereses que realmente desean que los sucesos desemboquen en un comportamiento iracundo generalizado.

¿Qué tienen en común el asesinato de los dos sacerdotes jesuitas en Urique, el de las 11 personas que fallecieron en el Hotel Gala en Celaya o el de los 5 estudiantes y la señora ultimados en Barrón? Que todos fueron asesinados debido a intereses, no por sus acciones. No murieron de manera ”natural” ni por rencillas personales. Todos fueron “carne de cañón” de intereses que tenían “poder de fuego” para eliminarlos para amenazar a otros, para hacer sufrir a los demás, como un mensaje o como una venganza.

NO CAER EN LA PROVOCACIÓN

Lo único que podemos hacer como sociedad es no caer en la provocación del encono y del odio mutuo en contra de nuestros semejantes. No es normal que el conflicto sea lo que defina nuestras vidas de todos los días.

La violencia tiene muchas manifestaciones. Una de ellas es la pobreza. Así lo dijo Monseñor Alfonso Cortés, Arzobispo de León. Y la realidad es que los gobiernos están desbordados. La única solución posible es el actuar conjunto de la sociedad en acciones individuales sumadas en millones.

Cada vez que no caigamos en la provocación de la violencia, en el encono, en el odio o en la idea de que otros son responsables de todos los males, estamos ayudando a recuperar ese tejido social. Mejor es que empecemos por nuestra propia casa y familia. ¿Estamos perfectamente bien, sin ofensas y sin humillaciones en la familia, sin violencia, como para empezar a juzgar a todos los demás?

La indiferencia ante el maltrato de nuestros semejantes en la familia, nuestro silencio, nos vuelve cómplices. No somos responsables de los asesinatos de estudiantes, policías o inocentes, pero sí del maltrato en la familia. y por ahí deberíamos empezar todos y cada uno de nosotros. con evitar la indiferencia en nuestro entorno, conocer un poco más las necesidades de nuestro prójimo cercano, ayudar y agradecer.

TRAGEDIA

Durante 11 días, J. Reyes Méndez ejerció el cargo de Jefe de la Policía de Irapuato. Renunció el 21 de mayo. Ayer por la mañana, muy temprano, unos sicarios le dieron alcance y lo mataron en el Fraccionamiento Villa San Ángel. Una vez que la delincuencia había ultimado a su escolta, Reyes decidió retirarse y dar trámite a su jubilación pero ayer la delincuencia terminó con su vida. Dieciocho años Reyes Méndez formó parte de la policía de Irapuato.

Por su parte, la Secretaría de Seguridad Ciudadana emitió un comunicado tras el asesinato de J. Reyes Méndez, en donde pedían el esclarecimiento de este hecho. En dicho comunicado, las autoridades municipales también aseguraron que trabajarán en conjunto aportando los elementos que sean necesarios para la investigación correspondiente

¿Quién está ganando la batalla?