La efervescencia política está alcanzando su clímax al irnos acercando a la hora cero, que será este próximo 1 de julio de 2018. Por lo que, en estos momentos, me parece relevante explorar en un breve análisis, el fenómeno que ha ocurrido hablando de partidos y candidatos.
En Guanajuato, visualizo que la elección estatal se pinta de azul y esto, sin lugar a dudas, acontece porque apostaron a su militancia. Además, en la democracia interna, de acuerdo a sus estatutos fueron escogidos y electos, hombres y mujeres, que como dijera uno de sus ideólogos y líder, Castillo Peraza, son militantes desde que tuvieron uso de su ciudadanía y algunos, incluso antes de su mayoría de edad y otros de ellos no tan jóvenes, pero sí con amplia trayectoria política y buen desempeño, pues a pesar de su edad, han sido presidentes municipales, diputados federales, etc. Por lo que de forma categórica afirman que presentan un maletín lleno de experiencia al servicio de los guanajuatenses, esto puede ser el preludio de que en el Partido Acción Nacional están convencidos de darle paso al relevo generacional. Un relevo a que a mi parecer deberían, incluso, acelerar un poco más. Vale la pena mencionar que Guanajuato ha sido uno de los estados con mayor crecimiento económico en el presente gobierno, luego entonces, aunque el hubiera ya no existe, cuando se escuchó en la palestra nacional que el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez, podría ser el abanderado del PAN como candidato a la presidencia de la República, hubiese sido un proyecto plausible porque queramos o no, el gobierno de Márquez ha detonado en nuestro estado, tanto inversión extranjera como regional, ya que también ha impulsado a empresarios de la región y locales a generar sustentabilidad a las empresas: dados los acontecimientos políticos, me atrevo a decir que hubiese sido mejor candidato que el que hoy tiene el Partido Acción Nacional. El anterior comentario lo hago porque no quería dejar esta opinión en el tintero.
Permítanme aclarar que mis comentarios no obedecen a ocurrencias sino a hechos históricos. El Partido Acción Nacional fue fundado en Guanajuato por hombres y mujeres que sabían de la democracia como un principio para vivir en libertad e independencia y particularmente fueron punta de lanza en León. Donde, como en ninguna otra ciudad de la República Mexicana tuvieron que remar contra corriente durante varios años, pero que su valentía empezó con pocos y terminó con muchos.
Comprender cómo ha transitado la democracia en Guanajuato no es cosa fácil, pero para mayor claridad menciono que cuando me refiero a un puñado de hombres y mujeres que en decenas se manifestaron por las calles de nuestra ciudad y por nuestro jardín principal, denunciando los fraudes electorales, a los que según ellos, a veces con razón y otras sin razón, eran sometidos de manera sistemática, hablo de los candidatos del PAN, “sus fraudes” eran motivo casi de revueltas, y para no quedarme en el mero discurso, citaré un ejemplo: en la elección a Presidente Municipal por León, donde contendieron el Dr. López Sanabria por el PAN y por el PRI Amador Rodríguez, hubo tanta discusión porque los panistas alegaron fraude electoral, que incluso, el gobernador de esa época, Luis Ducoing, estuvo en la Presidencia Municipal de León a puerta cerrada por las fuertes manifestaciones en las no se reconocía el fraudulento triunfo priista. A partir de ese momento se incorporó a la vida política de León un personaje que trajo progreso a esta ciudad, el empresario Roberto Plascencia Saldaña, presidente de la Junta de Administración Civil. Este dirigente, para quienes no lo recuerden en esa faceta, fue quien entre otras obras construyó la zona peatonal en lo que antes era el jardín de León, dándole otro rostro y fisonomía a la ciudad.
Es oportuno decir, que en aquel entonces, el PRI aprendió la lección y se olvidó de “los mapaches” y el fraude electoral, postulando a candidatos como el doctor Arturo Lozano Madrazo, el licenciado Harold Gabriel Appel, don Rodolfo Padilla e incluso don Arturo Villegas Torres, hombre hecho y derecho que sin ninguna ambición personal, más que la de servir a su pueblo, creo que hubiera dejado una profunda huella, pero al final de todo esto, entre estas contiendas se dio al traste con los enviados de los comités nacionales de su partido como controladores de quienes serían los candidatos y al final la partida la ganó Acción Nacional porque entendió que Guanajuato es para los guanajuatenses.
Ahora bien, en el plano nacional las cosas se cuecen distinto, tengo claro de que si los electores deciden votar mayoritariamente por López Obrador, entremos a la renovación y transformación de México, en uno más justo, más igualitario, donde la justicia esté por encima de la injusticia, en donde se acaben los privilegios de los que se han enriquecido con el hambre del pueblo, que se haga patria colocando como el centro de todo al hombre, porque los mexicanos al votar por López Obrador, en ese acto, pondrán en sus manos el futuro de sus hijos y de las nuevas generaciones. En ese momento, el 1 de julio, usted, López Obrador tendrá la pluma y el papel para escribir su historia. Siendo frustrante para aquéllos que sueñan con descarrilar un movimiento que se postergó 6 años, con unas simples llamadas telefónicas el cambiar la decisión de un pueblo al que le han robado la esperanza, pero por otro lado le digo a López Obrador que no se le olvide y que se tatúe en ese momento histórico, que no solamente ha despertado en el pueblo de México altas ilusiones sino las grandes expectativas de que, si usted falta a la verdad y le falla a los mexicanos…. Será usted el responsable del despertar del tigre.
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