/ lunes 28 de octubre de 2019

Palabras más… Palabras menos

Jesse Villalpando Zamora

Esta semana la ciudad de León verá consumado uno de sus episodios más oscuros, la entrega del Estadio Nou Camp y terrenos anexos a Roberto Zermeño, siendo una derrota en los juzgados que deberá de marcar al actual y a los anteriores gobiernos blanquiazules.

Alguien, no sé quién, o no se quienes, pero deberán pagar por semejante fallo y es que por más que se buscó extender la cuerda con amparos y otros procesos sacados de la chistera, al final Zermeño salió con la mano arriba, riéndose a diestra y siniestra, recuperando lo que en teoría y en el romanticismo de varios, le debería pertenecer a los leoneses y guanajuatenses.

Y mientras que el alcalde Héctor López Santillana, con voz cortada y mirada titubeante aceptó el fallo del juzgado tercero de distrito, el “gober” Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ha decidido no bajar los brazos, asegurando que si una puerta se abrió, otra debe de abrirse a como dé lugar para recuperar la casa de La Fiera y quizás la apuesta clara de Diego sea la expropiación, una vez que Roberto Zermeño tenga la propiedad.

Acá el gran problema es que nadie, absolutamente nadie quiere entrarle a algún tipo de negociación con el ex directivo del Club León y no es para menos, con los antecedentes que se le recuerdan, pero aun así, todo apunta a que el estado sería el único salvador ya que ni los palcohabientes tienen el panorama claro, aunque amenazan con sacar un recurso de última hora que alargue el proceso de entrega fijado para el próximo jueves.

Quien ha quedado en medio de esta terrible disputa es la actual directiva esmeralda encabezada por Jesús Martínez Murguía, quien también ha sido muy claro, con el municipio y el estado todo, con Roberto Zermeño nada, ni a la esquina, ni el hola; por cierto que el ingeniero seguramente buscará tumbar el contrato de arrendamiento del inmueble que tiene hasta 2022 el Club León, de hecho se habla que una de sus primeras exigencias a los Martínez (Grupo Pachuca) sería bajar los costos de las entradas, de lo contrario de su parte tampoco habría mucho que dialogar.

No hay duda, ya con el litigio ganado, Roberto Zermeño tiene enfrente el negocio de su vida, al tiempo que el municipio cargará siempre con este descalabro, que ni el nuevo estadio que se proyecta podrá o debiera sanar.

A toda esta gran novela se le vienen más capítulos, sorpresas puede haber, quizás hasta un final inesperado, pero el antagonista Roberto Zermeño y sus “socios” lucen más fuertes que nunca, contando los días y las horas para dar el “claquetazo” definitivo.

Sus comentarios en @JesseVillalpand

Jesse Villalpando Zamora

Esta semana la ciudad de León verá consumado uno de sus episodios más oscuros, la entrega del Estadio Nou Camp y terrenos anexos a Roberto Zermeño, siendo una derrota en los juzgados que deberá de marcar al actual y a los anteriores gobiernos blanquiazules.

Alguien, no sé quién, o no se quienes, pero deberán pagar por semejante fallo y es que por más que se buscó extender la cuerda con amparos y otros procesos sacados de la chistera, al final Zermeño salió con la mano arriba, riéndose a diestra y siniestra, recuperando lo que en teoría y en el romanticismo de varios, le debería pertenecer a los leoneses y guanajuatenses.

Y mientras que el alcalde Héctor López Santillana, con voz cortada y mirada titubeante aceptó el fallo del juzgado tercero de distrito, el “gober” Diego Sinhue Rodríguez Vallejo ha decidido no bajar los brazos, asegurando que si una puerta se abrió, otra debe de abrirse a como dé lugar para recuperar la casa de La Fiera y quizás la apuesta clara de Diego sea la expropiación, una vez que Roberto Zermeño tenga la propiedad.

Acá el gran problema es que nadie, absolutamente nadie quiere entrarle a algún tipo de negociación con el ex directivo del Club León y no es para menos, con los antecedentes que se le recuerdan, pero aun así, todo apunta a que el estado sería el único salvador ya que ni los palcohabientes tienen el panorama claro, aunque amenazan con sacar un recurso de última hora que alargue el proceso de entrega fijado para el próximo jueves.

Quien ha quedado en medio de esta terrible disputa es la actual directiva esmeralda encabezada por Jesús Martínez Murguía, quien también ha sido muy claro, con el municipio y el estado todo, con Roberto Zermeño nada, ni a la esquina, ni el hola; por cierto que el ingeniero seguramente buscará tumbar el contrato de arrendamiento del inmueble que tiene hasta 2022 el Club León, de hecho se habla que una de sus primeras exigencias a los Martínez (Grupo Pachuca) sería bajar los costos de las entradas, de lo contrario de su parte tampoco habría mucho que dialogar.

No hay duda, ya con el litigio ganado, Roberto Zermeño tiene enfrente el negocio de su vida, al tiempo que el municipio cargará siempre con este descalabro, que ni el nuevo estadio que se proyecta podrá o debiera sanar.

A toda esta gran novela se le vienen más capítulos, sorpresas puede haber, quizás hasta un final inesperado, pero el antagonista Roberto Zermeño y sus “socios” lucen más fuertes que nunca, contando los días y las horas para dar el “claquetazo” definitivo.

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