/ martes 29 de marzo de 2022

La Voz de la IP | ¿Qué pasa con Banamex? ¿Y los clientes?

En los últimos días hemos tenido algo que ver con Banamex. Y es que el anuncio de su venta por parte de Citigroup nos tomó por sorpresa. Algunos se han dedicado a hablar de la venta como si fuera una consecuencia del desgobierno actual, pero no es así.

Conozcamos un poco de la historia del banco más grande de México a principios de los 2000.

Banamex nació un 2 de junio de 1884 con la fusión del Banco Mercantil Mexicano y del Banco Nacional Mexicano contando con 24 empleados.

Para 1910, ya contaba con 33 sucursales; y entre 1930 y 1982, tuvo un periodo importante de expansión, en el que lanzó la primera tarjeta de crédito en Latinoamérica (1968).

En 1982, fue nacionalizado junto con el resto de la banca tras el anuncio del presidente José López Portillo. Y en 1984, en el marco de su centésimo aniversario, adoptó el acrónimo “BANAMEX”.

No fue sino hasta 1992 que la banca volvió a privatizarse, esta vez a cargo del presidente Carlos Salinas de Gortari; y fue 9 años después, en 2001 que se realizó su venta a Citigroup por 12,500 millones de dólares, se estima que la inversión se recuperó en 8 años; lo que permitió al grupo explotar el potencial por 12 años más hasta el anuncio de su venta.

¿Cuál es el contexto de lo que sucede?

  • La salida de Citi de la banca minorista en México no es única. También ha salido de mercados en Europa, Asia y otros países de América Latina.
  • Debido a las regulaciones establecidas por Estados Unidos, la banca minorista en otros países se volvió un negocio complejo para Citigroup, haciendo más fácil tomar esta decisión.
  • Banamex era el banco más grande de México cuando fue adquirido por Citi, pero la falta de inversión en tecnología y demás hicieron que hoy se encuentre detrás de BBVA o Santander.
  • En 2020 Banamex contaba con 36,108 empleados, para la atención de sucursales. La decisión de vender es una decisión para reducir sus costos.

Aunque el ambiente de negocios no es favorable para la inversión en México, la salida de Citigroup a través de la venta de Banamex no es resultado del contexto que se está viviendo, sino simple y sencillamente una decisión de negocio.

Comentaremos tres puntos para dar tranquilidad a clientes de Citibanamex:

  • Consideren que la compra y venta de empresas se da comúnmente y son decisiones que, si bien pueden modificar algunos aspectos, se hacen dentro de un marco legal y reglas claras. Lo habíamos vivido cuando Citi adquirió a Banamex.
  • No debe haber preocupación en cuanto a si el capital será nacional o extranjero. Como ya ha declarado la Asociación de Bancos de México, no importa de donde venga el capital, sino la preparación técnica y profesional que se tenga para el negocio.
  • El hecho de que se dé la venta de Banamex a un nuevo competidor puede beneficiar al mercado y a los clientes; quienes confiaron en el corporativo.

Considero que no hay razón para la tribulación, sino todo lo contrario. Puede que para el mercado de los servicios financieros ésta pueda ser una buena noticia. Sólo nos queda esperar lo que sucederá con el caso de Oceanografía. #OpiniónCoparmex

Fernando Treviño

Consejero Delegado de Relaciones Comerciales Internacionales de Coparmex

En los últimos días hemos tenido algo que ver con Banamex. Y es que el anuncio de su venta por parte de Citigroup nos tomó por sorpresa. Algunos se han dedicado a hablar de la venta como si fuera una consecuencia del desgobierno actual, pero no es así.

Conozcamos un poco de la historia del banco más grande de México a principios de los 2000.

Banamex nació un 2 de junio de 1884 con la fusión del Banco Mercantil Mexicano y del Banco Nacional Mexicano contando con 24 empleados.

Para 1910, ya contaba con 33 sucursales; y entre 1930 y 1982, tuvo un periodo importante de expansión, en el que lanzó la primera tarjeta de crédito en Latinoamérica (1968).

En 1982, fue nacionalizado junto con el resto de la banca tras el anuncio del presidente José López Portillo. Y en 1984, en el marco de su centésimo aniversario, adoptó el acrónimo “BANAMEX”.

No fue sino hasta 1992 que la banca volvió a privatizarse, esta vez a cargo del presidente Carlos Salinas de Gortari; y fue 9 años después, en 2001 que se realizó su venta a Citigroup por 12,500 millones de dólares, se estima que la inversión se recuperó en 8 años; lo que permitió al grupo explotar el potencial por 12 años más hasta el anuncio de su venta.

¿Cuál es el contexto de lo que sucede?

  • La salida de Citi de la banca minorista en México no es única. También ha salido de mercados en Europa, Asia y otros países de América Latina.
  • Debido a las regulaciones establecidas por Estados Unidos, la banca minorista en otros países se volvió un negocio complejo para Citigroup, haciendo más fácil tomar esta decisión.
  • Banamex era el banco más grande de México cuando fue adquirido por Citi, pero la falta de inversión en tecnología y demás hicieron que hoy se encuentre detrás de BBVA o Santander.
  • En 2020 Banamex contaba con 36,108 empleados, para la atención de sucursales. La decisión de vender es una decisión para reducir sus costos.

Aunque el ambiente de negocios no es favorable para la inversión en México, la salida de Citigroup a través de la venta de Banamex no es resultado del contexto que se está viviendo, sino simple y sencillamente una decisión de negocio.

Comentaremos tres puntos para dar tranquilidad a clientes de Citibanamex:

  • Consideren que la compra y venta de empresas se da comúnmente y son decisiones que, si bien pueden modificar algunos aspectos, se hacen dentro de un marco legal y reglas claras. Lo habíamos vivido cuando Citi adquirió a Banamex.
  • No debe haber preocupación en cuanto a si el capital será nacional o extranjero. Como ya ha declarado la Asociación de Bancos de México, no importa de donde venga el capital, sino la preparación técnica y profesional que se tenga para el negocio.
  • El hecho de que se dé la venta de Banamex a un nuevo competidor puede beneficiar al mercado y a los clientes; quienes confiaron en el corporativo.

Considero que no hay razón para la tribulación, sino todo lo contrario. Puede que para el mercado de los servicios financieros ésta pueda ser una buena noticia. Sólo nos queda esperar lo que sucederá con el caso de Oceanografía. #OpiniónCoparmex

Fernando Treviño

Consejero Delegado de Relaciones Comerciales Internacionales de Coparmex