/ martes 29 de junio de 2021

La Voz de la IP | Por encima de la Constitución, nadie

Por Rosa Marta Abascal O

México es hoy un país democrático, con un sistema republicano, en donde el poder reside en la sociedad que elige a sus gobernantes y con una clara división de poderes. En este contexto, tenemos una Constitución que consagra las garantías de las personas.

Sin embargo, estamos viviendo una realidad en la que constantemente se intenta violentar nuestro marco de convivencia, el poder pretende ser ejercido a través de una concentración indebida en una sola persona y la división de poderes que se había logrado ha retornado por momentos a un presidencialismo propio del siglo pasado, en donde un poder dominaba a otros.

Los que se sienten “el pueblo”, al no deberle su cargo más que a su complicidad con quien los puso en él, representan a sus propios intereses y a los del grupo al que pertenecen. Por ello, los corruptos, los malos, los criminales siempre están afuera y los sabios, congruentes, dictaminadores del bien y del mal se encuentran en sus filas. Esto se parece más a una congregación o a un movimiento que impone una ideología que al ejercicio del poder democrático basado en la Constitución y las leyes que de ella emanan.

Pareciera entonces que estamos regresando a épocas del presidencialismo sin límites, de la hegemonía de un solo partido y de un solo grupo en el poder donde todo estaba al servicio de quien gobernaba. La pregunta es si nosotros, mexicanos, ciudadanos conscientes que por décadas trabajamos para lograr una transición, una democracia plena, participativa, lo vamos a permitir.

La pasividad y conformismo de muchos, incluso de quienes teniendo preparación, cierta cultura y medios económicos, han preferido su comodidad a trabajar por el mejoramiento de su país debe dejarse de lado. Necesitamos cambiar nuestra mentalidad, la política debe ser servicio y compromiso, procuración del bien común y debe regirse por principios: dignidad de la persona, libertad, solidaridad, justicia, subsidiariedad, bien común. La política debe servir a la persona, a la sociedad.

La política tiene como fin el bien común de la sociedad. Todos tenemos el deber de trabajar por este bien común. Los empresarios como miembros de la sociedad compartimos esta obligación. El empresario por naturaleza defiende la libertad de emprender, la cual no es posible si no existe un clima de libertades en lo social y en lo político. El espíritu emprendedor no se puede realizar en un medio cerrado a las oportunidades, en el que rige el privilegio, la discrecionalidad, o el capricho del gobernante. Sin seguridad jurídica, sin paz social, sin armonía en la convivencia no puede existir empresa ni trabajo productivo viable.

Por ello en COPARMEX, invitamos a los ciudadanos a ser Guardianes de la Constitución, participamos, custodiamos los avances que México ha logrado, disentimos con respeto, emitimos propuestas responsables con compromiso, escuchamos, dialogamos y concertamos siempre en el marco de la ley. #OpiniónCoparmex

VP nacional

@rmabascal

Por Rosa Marta Abascal O

México es hoy un país democrático, con un sistema republicano, en donde el poder reside en la sociedad que elige a sus gobernantes y con una clara división de poderes. En este contexto, tenemos una Constitución que consagra las garantías de las personas.

Sin embargo, estamos viviendo una realidad en la que constantemente se intenta violentar nuestro marco de convivencia, el poder pretende ser ejercido a través de una concentración indebida en una sola persona y la división de poderes que se había logrado ha retornado por momentos a un presidencialismo propio del siglo pasado, en donde un poder dominaba a otros.

Los que se sienten “el pueblo”, al no deberle su cargo más que a su complicidad con quien los puso en él, representan a sus propios intereses y a los del grupo al que pertenecen. Por ello, los corruptos, los malos, los criminales siempre están afuera y los sabios, congruentes, dictaminadores del bien y del mal se encuentran en sus filas. Esto se parece más a una congregación o a un movimiento que impone una ideología que al ejercicio del poder democrático basado en la Constitución y las leyes que de ella emanan.

Pareciera entonces que estamos regresando a épocas del presidencialismo sin límites, de la hegemonía de un solo partido y de un solo grupo en el poder donde todo estaba al servicio de quien gobernaba. La pregunta es si nosotros, mexicanos, ciudadanos conscientes que por décadas trabajamos para lograr una transición, una democracia plena, participativa, lo vamos a permitir.

La pasividad y conformismo de muchos, incluso de quienes teniendo preparación, cierta cultura y medios económicos, han preferido su comodidad a trabajar por el mejoramiento de su país debe dejarse de lado. Necesitamos cambiar nuestra mentalidad, la política debe ser servicio y compromiso, procuración del bien común y debe regirse por principios: dignidad de la persona, libertad, solidaridad, justicia, subsidiariedad, bien común. La política debe servir a la persona, a la sociedad.

La política tiene como fin el bien común de la sociedad. Todos tenemos el deber de trabajar por este bien común. Los empresarios como miembros de la sociedad compartimos esta obligación. El empresario por naturaleza defiende la libertad de emprender, la cual no es posible si no existe un clima de libertades en lo social y en lo político. El espíritu emprendedor no se puede realizar en un medio cerrado a las oportunidades, en el que rige el privilegio, la discrecionalidad, o el capricho del gobernante. Sin seguridad jurídica, sin paz social, sin armonía en la convivencia no puede existir empresa ni trabajo productivo viable.

Por ello en COPARMEX, invitamos a los ciudadanos a ser Guardianes de la Constitución, participamos, custodiamos los avances que México ha logrado, disentimos con respeto, emitimos propuestas responsables con compromiso, escuchamos, dialogamos y concertamos siempre en el marco de la ley. #OpiniónCoparmex

VP nacional

@rmabascal