/ domingo 24 de junio de 2018

¿Cuál es el Gobierno que necesita nuestra Patria?

Quien gane las elecciones presidenciales este próximo 1 de julio, tendrá a cuestas la responsabilidad histórica de responder a la esperanza y confianza de todos los mexicanos como ha sucedido en el pasado, en los 71 años de gobiernos priistas y 12 años de seudo-gobiernos que impulsó el PAN, fomentados por los grupos de poder enquistados tras bambalinas, que protegiendo sus intereses económicos y manejando políticas públicas,  a través de todos esos gobiernos, han mantenido un status quo, que nos ha impedido crecer y desarrollarnos como una potencia de primer mundo, en donde tengan cabida, tanto los obreros como los campesinos, los jornaleros, los intelectuales, los jóvenes, las mujeres y por ende, todos los mexicanos quienes debiéramos estar disfrutando del alto grado de bienestar en cuanto a vivienda, salud, educación y cultura. Y donde, los hombres y mujeres de México,  en lugar de exportar su mano de obra o estar siendo testigos de las deportaciones, tuvieran un lugar y un techo en su país. Del 2009 a 2013 fueron repatriados más de 1,500,000 migrantes nacionales, más los miles que se han sumado en el gobierno de Trump, por las políticas migratorias de EUA. Sufrimiento y encrucijada han vivido los mexicanos por no encontrar oportunidades de desarrollo humano en nuestro país, cuando deberíamos de estar creciendo y expandiéndonos por todos los rincones del mundo, como resultado de las vastas oportunidades que estos gobiernos, elección tras elección nos fueron prometiendo y según ellos, tenían grandes proyectos, los mejores programas para desarrollar y catapultar a México, dentro de los mejores de la urbe, pero a contrario sensu, en estos 83 años sólo sirvieron para que amasaran grandes fortunas  entre muy pocos mexicanos. Y si me apuran, los podríamos comparar con la clase social del siglo XIX, conocida como los hacendados, que existían antes de la Revolución Mexicana y a la par, tuvieron como premisa el concentrarse en la erosión paulatina de todas y cada una de esas oportunidades de progreso para los mexicanos.

Por eso y más, hoy como nunca, debemos de entender que a este pequeño grupo de privilegiados y sus marionetas en el poder, sólo les interesa tener un país paria, que trabaje para sus intereses y se resisten a darse cuenta que este ya es un sistema caduco, que nos endosa el espejismo de hacernos creer, en cuanto al salario, que pagan más cuanto más se trabaje. Esta premisa falsa, se basa en un  viejo criterio humano, cruel y atroz porque el hombre nada cuenta, toda vez, que el ser humano se convierte en esclavo de la máquina, que se le pague poco, pero que produzca lo más que se pueda, lo importante es que el capital gane, aunque los trabajadores se queden con el espejismo de que ganan mucho.

Por estas razones es que tengo la visión de que las cosas deben de cambiar para bien de todos los mexicanos, se ocupa de un presidente que predique con el ejemplo, que tenga la capacidad de convocatoria para lograr la cohesión social en un gran proyecto nacional, que se traduzca en un verdadero bienestar y desarrollo de la población en su conjunto, y que a partir de que sea electo en estas próximas elecciones, coloque la primera piedra y sea el punto de partida de la ruptura con el pasado, y ahora sea la preñez de la esperanza, y por fin sea capaz de dar a luz al gobernante nuevo, que entienda y atienda las necesidades del pueblo, no con un asistencialismo puro y equivocado, a través de dádivas, que lo único que provocan es  mayor empobrecimiento, sino mediante la producción y distribución de servicios. Se ocupa de fuentes de desarrollo local, queremos un presidente que sea capaz de generar nuevas y grandes oportunidades de desarrollo individual para coincidir en lo nacional. El reto no es fácil, porque se requiere de mantener el respeto irrestricto a quienes han trabajado por México, me refiero a los hombres jubilados, que deberán ser concatenados con los jóvenes que están empujando y que requieren una sociedad más moderna que les permita áreas de oportunidad, educación, empleo y seguridad social.

En pocas palabras, urge un presidente que sepa crear riqueza para todos y no sólo para unos cuantos porque todos los expresidentes que han pasado y en lo que han coincidido, sin lugar a dudas, es en la gran deuda en que han  dejado hundidos a los mexicanos y en la pobreza, que ha ido creciendo ante un pueblo que cada vez se siente más agraviado por los discursos y las palabras demagógicas. Esto, hay que desecharlo el 1 de julio y para ello tenemos 4 aspirantes a la silla presidencial, los 4 con su visión de futuro, pero sólo existe una realidad que se llama México, y somos los compatriotas los que, en este momento histórico debemos exigir que se nos vea y se nos escuche, antes y después del 1 de julio,  porque nuestra dignidad está por encima de los partidos políticos, de todos los intentos de mantener el status quo, de darnos más de lo mismo; es el momento de levantar las banderas para generar un compromiso con toda la sociedad en su conjunto, tomar conciencia y reconocer que el pueblo si se equivoca, puede romper con una regla de oro y se equivocó con EPN quien en campaña fue uno y durante su gobierno otro y como botón de muestra vemos que además del gasolinazo y ya casi al término de su mandato, por medio de un decreto, compromete el agua  que es de todos los mexicanos; esto, es motivo de un estudio en específico, pero no lo puedo pasar por alto y planteo la confrontación que existe en esta tragedia para el pueblo, con lo que ha dicho desde el inicio de su campaña López Obrador: “No se privatizará el ISSSTE, el Seguro Social, el agua…”. Estos son dos proyectos en oposición y a ti mexicano, te toca decidir qué rumbo quieres para la historia de nuestra patria.

galvantorres33@hotmail.com

Quien gane las elecciones presidenciales este próximo 1 de julio, tendrá a cuestas la responsabilidad histórica de responder a la esperanza y confianza de todos los mexicanos como ha sucedido en el pasado, en los 71 años de gobiernos priistas y 12 años de seudo-gobiernos que impulsó el PAN, fomentados por los grupos de poder enquistados tras bambalinas, que protegiendo sus intereses económicos y manejando políticas públicas,  a través de todos esos gobiernos, han mantenido un status quo, que nos ha impedido crecer y desarrollarnos como una potencia de primer mundo, en donde tengan cabida, tanto los obreros como los campesinos, los jornaleros, los intelectuales, los jóvenes, las mujeres y por ende, todos los mexicanos quienes debiéramos estar disfrutando del alto grado de bienestar en cuanto a vivienda, salud, educación y cultura. Y donde, los hombres y mujeres de México,  en lugar de exportar su mano de obra o estar siendo testigos de las deportaciones, tuvieran un lugar y un techo en su país. Del 2009 a 2013 fueron repatriados más de 1,500,000 migrantes nacionales, más los miles que se han sumado en el gobierno de Trump, por las políticas migratorias de EUA. Sufrimiento y encrucijada han vivido los mexicanos por no encontrar oportunidades de desarrollo humano en nuestro país, cuando deberíamos de estar creciendo y expandiéndonos por todos los rincones del mundo, como resultado de las vastas oportunidades que estos gobiernos, elección tras elección nos fueron prometiendo y según ellos, tenían grandes proyectos, los mejores programas para desarrollar y catapultar a México, dentro de los mejores de la urbe, pero a contrario sensu, en estos 83 años sólo sirvieron para que amasaran grandes fortunas  entre muy pocos mexicanos. Y si me apuran, los podríamos comparar con la clase social del siglo XIX, conocida como los hacendados, que existían antes de la Revolución Mexicana y a la par, tuvieron como premisa el concentrarse en la erosión paulatina de todas y cada una de esas oportunidades de progreso para los mexicanos.

Por eso y más, hoy como nunca, debemos de entender que a este pequeño grupo de privilegiados y sus marionetas en el poder, sólo les interesa tener un país paria, que trabaje para sus intereses y se resisten a darse cuenta que este ya es un sistema caduco, que nos endosa el espejismo de hacernos creer, en cuanto al salario, que pagan más cuanto más se trabaje. Esta premisa falsa, se basa en un  viejo criterio humano, cruel y atroz porque el hombre nada cuenta, toda vez, que el ser humano se convierte en esclavo de la máquina, que se le pague poco, pero que produzca lo más que se pueda, lo importante es que el capital gane, aunque los trabajadores se queden con el espejismo de que ganan mucho.

Por estas razones es que tengo la visión de que las cosas deben de cambiar para bien de todos los mexicanos, se ocupa de un presidente que predique con el ejemplo, que tenga la capacidad de convocatoria para lograr la cohesión social en un gran proyecto nacional, que se traduzca en un verdadero bienestar y desarrollo de la población en su conjunto, y que a partir de que sea electo en estas próximas elecciones, coloque la primera piedra y sea el punto de partida de la ruptura con el pasado, y ahora sea la preñez de la esperanza, y por fin sea capaz de dar a luz al gobernante nuevo, que entienda y atienda las necesidades del pueblo, no con un asistencialismo puro y equivocado, a través de dádivas, que lo único que provocan es  mayor empobrecimiento, sino mediante la producción y distribución de servicios. Se ocupa de fuentes de desarrollo local, queremos un presidente que sea capaz de generar nuevas y grandes oportunidades de desarrollo individual para coincidir en lo nacional. El reto no es fácil, porque se requiere de mantener el respeto irrestricto a quienes han trabajado por México, me refiero a los hombres jubilados, que deberán ser concatenados con los jóvenes que están empujando y que requieren una sociedad más moderna que les permita áreas de oportunidad, educación, empleo y seguridad social.

En pocas palabras, urge un presidente que sepa crear riqueza para todos y no sólo para unos cuantos porque todos los expresidentes que han pasado y en lo que han coincidido, sin lugar a dudas, es en la gran deuda en que han  dejado hundidos a los mexicanos y en la pobreza, que ha ido creciendo ante un pueblo que cada vez se siente más agraviado por los discursos y las palabras demagógicas. Esto, hay que desecharlo el 1 de julio y para ello tenemos 4 aspirantes a la silla presidencial, los 4 con su visión de futuro, pero sólo existe una realidad que se llama México, y somos los compatriotas los que, en este momento histórico debemos exigir que se nos vea y se nos escuche, antes y después del 1 de julio,  porque nuestra dignidad está por encima de los partidos políticos, de todos los intentos de mantener el status quo, de darnos más de lo mismo; es el momento de levantar las banderas para generar un compromiso con toda la sociedad en su conjunto, tomar conciencia y reconocer que el pueblo si se equivoca, puede romper con una regla de oro y se equivocó con EPN quien en campaña fue uno y durante su gobierno otro y como botón de muestra vemos que además del gasolinazo y ya casi al término de su mandato, por medio de un decreto, compromete el agua  que es de todos los mexicanos; esto, es motivo de un estudio en específico, pero no lo puedo pasar por alto y planteo la confrontación que existe en esta tragedia para el pueblo, con lo que ha dicho desde el inicio de su campaña López Obrador: “No se privatizará el ISSSTE, el Seguro Social, el agua…”. Estos son dos proyectos en oposición y a ti mexicano, te toca decidir qué rumbo quieres para la historia de nuestra patria.

galvantorres33@hotmail.com