/ martes 7 de diciembre de 2021

La Voz de la IP | El sindicalismo hoy en México

Armando Guajardo Torres

Presidente Comisión Laboral Coparmex

La pasada reforma laboral de mayo de 2019, la más importante en la LFT de los últimos 40 años, se centró en tres aspectos: Democracias Sindical, Nuevas funciones de Conciliación y Registro Laboral, y Nuevo sistema de Justicia Laboral.

En cuanto a la democracia sindical se obligó a los sindicatos modificar sus estatutos para incorporar lo relativo a elección de representantes o revisión de sus contratos colectivos, sometiéndolos al voto personal, libre y secreto. Estas obligaciones como la de legitimar los contratos colectivos -se somete a votación si el trabajador está o no de acuerdo con su contrato y con las condiciones amparadas- nacen de las negociaciones del T-MEC, por presiones de sindicatos americanos y la complacencia del gobierno, generando obligaciones laborales con el pretexto de mejorar los salarios y acabar con el “dumping laboral” que hizo que empresas migraran a México, perdiendo con ello los sindicatos americanos y canadienses membrecía, ingresos y empleos.

Estados Unidos generó una estructura para vigilar que se cumplan los compromisos adquiridos y concluya la implementación de la reforma en 2023, principalmente en libertad sindical y de negociación colectiva, siendo así la visita de Kamala Harris, Vicepresidenta, y Thea Lee, subsecretaria del Departamento del Trabajo, en donde se han entrevistado con los sindicatos afines a la 4T, como las organizaciones adheridas al FAT, CATEM, el sindicato minero simpatizante de la AFL-CIO, y organizaciones similares que con ayuda de los sindicatos americanos y personajes influyentes del gobierno, buscan ocupar las representaciones de los sindicatos adheridos al Congreso del Trabajo; siendo importante que dichas autoridades se entrevisten con quienes hoy representan a la mayoría de los trabajadores, así como el sindicalismo independiente y autónomo que tiene numerosa representación y puedan tener una opinión objetiva sobre el sindicalismo, y no lo que el gobierno mexicano quieren que escuchen.

No digo que no estemos de acuerdo con la reforma, consideramos que nuestro modelo sindical se encuentra agotado y que los sindicatos deben poner en el centro al trabajador–persona, haciéndolo más participativo pero bajo el cumplimiento del deber ser y de la ley y no denostar a las organizaciones sindicales y buscar cambiarlas por otras cuyos liderazgos en algunos casos están y son cuestionados por su comportamiento, algunos por violentos y otros con laudos y sentencias en contra, por disponer de dineros de los trabajadores.

Hoy lo que debe cuidarse es tener un sindicalismo responsable, que respete la voluntad de los trabajadores, los apoye impulsando la democracia de sus procesos internos sin que haya incidencia o influencia de agentes externos, cuidar la permanencia de las fuentes de trabajo, que las empresas y la inversión que han llegado no se vayan ante un entorno tan problemático en condiciones económicas, políticas, de salud y sociales y que el trabajador cuente con auténtica representación. Los sindicatos tienen una gran responsabilidad pues se juegan su propia existencia. #OpiniónCoparmex

Armando Guajardo Torres

Presidente Comisión Laboral Coparmex

La pasada reforma laboral de mayo de 2019, la más importante en la LFT de los últimos 40 años, se centró en tres aspectos: Democracias Sindical, Nuevas funciones de Conciliación y Registro Laboral, y Nuevo sistema de Justicia Laboral.

En cuanto a la democracia sindical se obligó a los sindicatos modificar sus estatutos para incorporar lo relativo a elección de representantes o revisión de sus contratos colectivos, sometiéndolos al voto personal, libre y secreto. Estas obligaciones como la de legitimar los contratos colectivos -se somete a votación si el trabajador está o no de acuerdo con su contrato y con las condiciones amparadas- nacen de las negociaciones del T-MEC, por presiones de sindicatos americanos y la complacencia del gobierno, generando obligaciones laborales con el pretexto de mejorar los salarios y acabar con el “dumping laboral” que hizo que empresas migraran a México, perdiendo con ello los sindicatos americanos y canadienses membrecía, ingresos y empleos.

Estados Unidos generó una estructura para vigilar que se cumplan los compromisos adquiridos y concluya la implementación de la reforma en 2023, principalmente en libertad sindical y de negociación colectiva, siendo así la visita de Kamala Harris, Vicepresidenta, y Thea Lee, subsecretaria del Departamento del Trabajo, en donde se han entrevistado con los sindicatos afines a la 4T, como las organizaciones adheridas al FAT, CATEM, el sindicato minero simpatizante de la AFL-CIO, y organizaciones similares que con ayuda de los sindicatos americanos y personajes influyentes del gobierno, buscan ocupar las representaciones de los sindicatos adheridos al Congreso del Trabajo; siendo importante que dichas autoridades se entrevisten con quienes hoy representan a la mayoría de los trabajadores, así como el sindicalismo independiente y autónomo que tiene numerosa representación y puedan tener una opinión objetiva sobre el sindicalismo, y no lo que el gobierno mexicano quieren que escuchen.

No digo que no estemos de acuerdo con la reforma, consideramos que nuestro modelo sindical se encuentra agotado y que los sindicatos deben poner en el centro al trabajador–persona, haciéndolo más participativo pero bajo el cumplimiento del deber ser y de la ley y no denostar a las organizaciones sindicales y buscar cambiarlas por otras cuyos liderazgos en algunos casos están y son cuestionados por su comportamiento, algunos por violentos y otros con laudos y sentencias en contra, por disponer de dineros de los trabajadores.

Hoy lo que debe cuidarse es tener un sindicalismo responsable, que respete la voluntad de los trabajadores, los apoye impulsando la democracia de sus procesos internos sin que haya incidencia o influencia de agentes externos, cuidar la permanencia de las fuentes de trabajo, que las empresas y la inversión que han llegado no se vayan ante un entorno tan problemático en condiciones económicas, políticas, de salud y sociales y que el trabajador cuente con auténtica representación. Los sindicatos tienen una gran responsabilidad pues se juegan su propia existencia. #OpiniónCoparmex