/ viernes 20 de mayo de 2022

Antena | Sexenio perdido en telecomunicaciones

Estamos casi a la mitad del 2022 y faltan 2 años 4 meses para que concluya el mandato del Presidente Andrés López Obrador, ¿qué nos depara en lo que resta de este año y del sexenio? ¿Qué ha sido lo más representativo para las telecomunicaciones que dejará este periodo presidencial?

No se trata de hacerle al mago, o al adivino o aventar una tirada de tarot, los hechos hablan por sí solos.

Para lo que resta de este 2022, entre lo más relevante, estaría pendiente la negativa del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para que el Agente Económico Preponderante (AEP-T) pueda prestar servicios de televisión, la tercera revisión bienal del cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones asimétricas que le han sido impuestas al AEP-T, el comienzo de la licitación de bandas en 600 MHz, 3.3 GHz y 3.5 GHz para la provisión de servicios 5G. Asuntos que sin justificar al IFT, la falta designación de tres vacantes en el Pleno por parte del Ejecutivo, merma su operación y análisis.

Para el cierre de este año, en cuanto a aspectos legislativos y presupuestales, vendrá la aprobación del paquete económico de 2023 donde se verá si hay nuevas reducciones presupuestales al IFT, y también se podrá observar si se mantiene el crecimiento presupuestal para el proyecto CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (que no mas no crece); se anticipa que es poco probable que haya una reducción en los pagos de derechos por uso del espectro radioeléctrico por las necesidades financieras de la 4T y cabe la posibilidad de un impuesto especial a plataformas extranjeras de streaming.

Durante el actual sexenio, lo destacado que tiene es: la reforma para crear el Padrón de Usuarios que requería datos biométricos que fue anulada por la Corte y el concurso mercantil de la Red Compartida, lo que viene a comprometer los objetivos de conectividad social; en lo económico la situación ha sido inercial y el crecimiento se debe a la propia sinergia del sector, de 2018 a 2021 el PIB de telecomunicaciones pasó de 536 a 601 miles de millones de pesos.

De mayo de 2022 a la conclusión del sexenio se podría anticipar una situación similar, aunque los pendientes a resolver son múltiples: rescatar la banda 700 si el proyecto de Red Compartida no funciona; implementar una política para reducir el pago del espectro que genere inversión en zonas no conectadas, la implementación de las redes 5G, la regulación a servicios extranjeros de streaming lo que es tendencia en el mundo, por citar sólo unos casos.

En términos generales, el México por inercia al que nos hemos referido en otras ocasiones, también aplica a las telecomunicaciones, cada empresa, cada operador, cada usuario ve como de acuerdo con su capacidad y necesidades se ajusta a la nueva era tecnológica, mientras tanto, pareciera que este sexenio nos quiere llevar a la era de los Picapiedra.

Estamos casi a la mitad del 2022 y faltan 2 años 4 meses para que concluya el mandato del Presidente Andrés López Obrador, ¿qué nos depara en lo que resta de este año y del sexenio? ¿Qué ha sido lo más representativo para las telecomunicaciones que dejará este periodo presidencial?

No se trata de hacerle al mago, o al adivino o aventar una tirada de tarot, los hechos hablan por sí solos.

Para lo que resta de este 2022, entre lo más relevante, estaría pendiente la negativa del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) para que el Agente Económico Preponderante (AEP-T) pueda prestar servicios de televisión, la tercera revisión bienal del cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones asimétricas que le han sido impuestas al AEP-T, el comienzo de la licitación de bandas en 600 MHz, 3.3 GHz y 3.5 GHz para la provisión de servicios 5G. Asuntos que sin justificar al IFT, la falta designación de tres vacantes en el Pleno por parte del Ejecutivo, merma su operación y análisis.

Para el cierre de este año, en cuanto a aspectos legislativos y presupuestales, vendrá la aprobación del paquete económico de 2023 donde se verá si hay nuevas reducciones presupuestales al IFT, y también se podrá observar si se mantiene el crecimiento presupuestal para el proyecto CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos (que no mas no crece); se anticipa que es poco probable que haya una reducción en los pagos de derechos por uso del espectro radioeléctrico por las necesidades financieras de la 4T y cabe la posibilidad de un impuesto especial a plataformas extranjeras de streaming.

Durante el actual sexenio, lo destacado que tiene es: la reforma para crear el Padrón de Usuarios que requería datos biométricos que fue anulada por la Corte y el concurso mercantil de la Red Compartida, lo que viene a comprometer los objetivos de conectividad social; en lo económico la situación ha sido inercial y el crecimiento se debe a la propia sinergia del sector, de 2018 a 2021 el PIB de telecomunicaciones pasó de 536 a 601 miles de millones de pesos.

De mayo de 2022 a la conclusión del sexenio se podría anticipar una situación similar, aunque los pendientes a resolver son múltiples: rescatar la banda 700 si el proyecto de Red Compartida no funciona; implementar una política para reducir el pago del espectro que genere inversión en zonas no conectadas, la implementación de las redes 5G, la regulación a servicios extranjeros de streaming lo que es tendencia en el mundo, por citar sólo unos casos.

En términos generales, el México por inercia al que nos hemos referido en otras ocasiones, también aplica a las telecomunicaciones, cada empresa, cada operador, cada usuario ve como de acuerdo con su capacidad y necesidades se ajusta a la nueva era tecnológica, mientras tanto, pareciera que este sexenio nos quiere llevar a la era de los Picapiedra.