/ miércoles 3 de noviembre de 2021

Aguas profundas | Desnudar a Bartlett y su reforma

La reforma eléctrica propuesta por la 4T y defendida por el director de CFE, Manuel Bartlett, costaría, por lo bajo, 44 mil millones de dólares sólo en nuevos proyectos y, junto con esta propuesta, la 4T lleva CERO nuevas centrales eléctricas y CERO ampliaciones de capacidad.

Se tiene un proceso de licitación platicado con proveedores de equipos para seis centrales, pero los precios que quieren pagar son ridículos, se lo dijeron a Bartlett, y hay peores noticias: creció su demanda y sus precios subieron con la posibilidad de tener apagones y el director de CFE lo sabe, pero ¿y el presidente López Obrador, no?

En ese contexto, intentar sacar la reforma eléctrica cómo quieren hacer es darse otro balazo en el otro pie.

El mito genial de que CFE desaparecerá sin reforma no tiene sustento, insisten en violaciones a la ley sin sustancia, no entienden que no entienden.

Confunden costo variable y costo fijo con costos marginales; creen que las hidroeléctricas son las más baratas y no han construido ni una, ni planes tienen para ello.

Cancelaron la construcción de líneas de transmisión y de subastas que aportarían generación nueva, creen que el despacho económico es una subasta entre generadores y que el CENACE a fuerzas tiene que despacharlos por un contrato que los obliga.

Defienden un costo de de CFE que es del doble de la IP, que las plantas que trabajan para la CFE no pagan porteo. Y, en efecto, no lo hacen porque se construyeron en el punto de entrega- Ese porteo lo pagan los de autoabasto que invirtieron más o menos 500 millones de dólares en las redes ¿Más errores? Los defensores confunden, por ignorancia o mala fe, los autoabastos, el suministro básico y el suministro calificado.

Quieren desaparecer a los reguladores garantes del Estado para convertirlos en direcciones de Sener, que responde al Poder Ejecutivo, no al Estado o al marco legal. Creen que con la reforma pueden diseñar políticas públicas y olvidan que tienen una subsecretaría dedicada a eso, producto de la reforma energética.

Finalmente, y como muestra de la distracción enorme que hay: dicen que no van a desaparecer contratos de generación, pero su iniciativa dice “Los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa con el sector privado, se cancelan, así como las solicitudes pendientes de resolución”

¿Así o más equivocados los defensores de la reforma eléctrica de la 4T?

Buzos

1.- ¿Que hay en común entre Rodrigo Benedith, tuitero ferviente defensor de la propuesta de reforma eléctrica de AMLO; David Razú, ex-funcionario del IMSS y ahora en funciones financieras; Maximiliano Reyes, subsecretario de SRE; Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte; y el senador Gabriel García? Eran el cuarto de guerra del ex delegado Víctor Hugo Romo en la Miguel Hidalgo de 2012 a 2015. Revisaban agenda y hacían manejo de crisis y control de daños, por ejemplo, cuando una actriz hizo una fiesta en la Rotonda de las Personas Ilustres con permiso delegacional. Fue parte del equipo de campaña de Razú, candidato del PRD, a quien Xóchitl Gálvez y el PAN despedazó en 2015. Hoy Rodrigo Benedith es un ferviente militante de la 4T, defensor a ultranza de Bartlett y su reforma y se le registra, hasta hace muy poco como encargado de negocios de la Embajada de México en Venezuela.


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Disponible en: Acast, Spotify, Apple Podcasts, Google Podcasts, Deezer y Amazon Music

La reforma eléctrica propuesta por la 4T y defendida por el director de CFE, Manuel Bartlett, costaría, por lo bajo, 44 mil millones de dólares sólo en nuevos proyectos y, junto con esta propuesta, la 4T lleva CERO nuevas centrales eléctricas y CERO ampliaciones de capacidad.

Se tiene un proceso de licitación platicado con proveedores de equipos para seis centrales, pero los precios que quieren pagar son ridículos, se lo dijeron a Bartlett, y hay peores noticias: creció su demanda y sus precios subieron con la posibilidad de tener apagones y el director de CFE lo sabe, pero ¿y el presidente López Obrador, no?

En ese contexto, intentar sacar la reforma eléctrica cómo quieren hacer es darse otro balazo en el otro pie.

El mito genial de que CFE desaparecerá sin reforma no tiene sustento, insisten en violaciones a la ley sin sustancia, no entienden que no entienden.

Confunden costo variable y costo fijo con costos marginales; creen que las hidroeléctricas son las más baratas y no han construido ni una, ni planes tienen para ello.

Cancelaron la construcción de líneas de transmisión y de subastas que aportarían generación nueva, creen que el despacho económico es una subasta entre generadores y que el CENACE a fuerzas tiene que despacharlos por un contrato que los obliga.

Defienden un costo de de CFE que es del doble de la IP, que las plantas que trabajan para la CFE no pagan porteo. Y, en efecto, no lo hacen porque se construyeron en el punto de entrega- Ese porteo lo pagan los de autoabasto que invirtieron más o menos 500 millones de dólares en las redes ¿Más errores? Los defensores confunden, por ignorancia o mala fe, los autoabastos, el suministro básico y el suministro calificado.

Quieren desaparecer a los reguladores garantes del Estado para convertirlos en direcciones de Sener, que responde al Poder Ejecutivo, no al Estado o al marco legal. Creen que con la reforma pueden diseñar políticas públicas y olvidan que tienen una subsecretaría dedicada a eso, producto de la reforma energética.

Finalmente, y como muestra de la distracción enorme que hay: dicen que no van a desaparecer contratos de generación, pero su iniciativa dice “Los permisos de generación eléctrica otorgados y los contratos de compraventa con el sector privado, se cancelan, así como las solicitudes pendientes de resolución”

¿Así o más equivocados los defensores de la reforma eléctrica de la 4T?

Buzos

1.- ¿Que hay en común entre Rodrigo Benedith, tuitero ferviente defensor de la propuesta de reforma eléctrica de AMLO; David Razú, ex-funcionario del IMSS y ahora en funciones financieras; Maximiliano Reyes, subsecretario de SRE; Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte; y el senador Gabriel García? Eran el cuarto de guerra del ex delegado Víctor Hugo Romo en la Miguel Hidalgo de 2012 a 2015. Revisaban agenda y hacían manejo de crisis y control de daños, por ejemplo, cuando una actriz hizo una fiesta en la Rotonda de las Personas Ilustres con permiso delegacional. Fue parte del equipo de campaña de Razú, candidato del PRD, a quien Xóchitl Gálvez y el PAN despedazó en 2015. Hoy Rodrigo Benedith es un ferviente militante de la 4T, defensor a ultranza de Bartlett y su reforma y se le registra, hasta hace muy poco como encargado de negocios de la Embajada de México en Venezuela.


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